La vida a menudo nos lleva por caminos inesperados, y a veces esos caminos están llenos de dudas y temores.
Si hay algo que he aprendido desde mi experiencia, es que la confianza plena, especialmente en nosotros mismos y en el universo (o en lo que cada uno considera como «el creador»), puede ser la clave para desbloquear todo nuestro potencial.
Hubo un periodo de mi vida en el que trabajaba en tres trabajos diferentes. Sí, tres. Era una locura. Me levantaba temprano y regresaba a casa tarde más bien de noche y muy agotada, pero con la sensación de que estaba haciendo lo correcto. Sin embargo, en el fondo, una parte de mí anhelaba algo más. Anhelaba dedicar mi vida y mi tiempo a lo que realmente me apasionaba.
Pero ¿cómo podía hacerlo? La presión de las responsabilidades y la necesidad de estabilidad financiera me mantenían atrapada. Sentía miedo, miedo a dejar esos trabajos seguros por algo incierto. Miedo a que todo se me descontrole por querer algo diferente.
Fue en medio de ese torbellino que me di cuenta de que controlar tanto no me llevaba a ningún lado y sentía igual un vacío.
Comenzó a resonar en mi la idea de que no tengo el control de todo, que llegan a nuestro mundo muchas cosas de manera inesperada y empecé a comprender la importancia de confiar en algo más grande, lo cual también requiere abrirse a esas posibilidades inciertas.
¿Qué significa realmente confiar? Para mí, comenzó como un simple acto de fe. Aprendí a conectarme con esa fuente interna —lo que algunos llaman «el creador “o “Dios”— y empecé a escuchar mi voz interior.
A menudo escuchamos frases como «que se haga tu voluntad y no la mía», que nos recuerdan que hay un plan mayor en juego. La confianza plena no es solo una cuestión de creer en uno mismo; también implica confiar en el proceso de la vida. Es entender que cada experiencia, incluso las más difíciles, nos enseñan algo valioso. Por lo general, los mayores desafíos son los que nos empujan hacia nuestro verdadero propósito.
La respuesta, se me presentó en un sueño, donde caminaba y se terminaba el camino, sabía que debía llegar al otro lado, pero ¿cómo? y es entonces donde decidí dar el salto. ¡Guau! Lejos de caerme, al apoyar el pie el camino fue apareciendo, con cada paso, el camino hacia lo nuevo se hacía visible ante mis ojos.
Hacerme más tiempo para dedicarme a explorar mis pasiones, fue aterrador. La incertidumbre estaba ahí, acechando como una pantera en la oscuridad. Pero al mismo tiempo, sentía una chispa dentro de mí y me dije: esta es mi conexión con la fuente.
Comencé a practicar la gratitud todos los días y a meditar para calmar mi mente inquieta. Cada vez que sentía miedo o duda, me recordaba a mí misma que estoy sostenida y unida a la fuente infinita.
Cuando me permití conectar con esa fuente interna, algo cambió. Empecé a atraer oportunidades que nunca imaginé posibles. Proyectos creativos comenzaron a surgir, conocí personas inspiradoras y descubrí nuevas formas de expresar mis ideas.
La confianza plena se trata de soltar el control y permitir que las cosas fluyan. Aprendo día a día a abrazar lo desconocido, entendiendo que cada paso hacia adelante es un acto de valentía y fe. En momentos difíciles recordaba otro dicho: «Lo que sucede conviene». Aunque no siempre entendamos por qué pasan ciertas cosas, hay una intensión positiva detrás de cada situación.
Te cuento esto porque quizás vos también te sientes atrapado en un trabajo o situación que no te satisface, quiero recordarte algo importante, está bien tener miedo. Todos lo sentimos en algún momento. Pero no permitas que ese miedo te paralice.
Te dejo algunas prácticas que las llevo adelante para fortalecer mi conexión con la fuente interna.
1-Escucha tu voz interior. Dedica tiempo a reflexionar sobre lo que realmente te apasiona. Lleva un cuaderno de anotaciones con esas ideas para recordarlas cuando sientas que estas separadas de la “fuente”
2-Practica la gratitud. Cada día, anota al menos tres cosas por las que estás agradecido. Esto te ayudará a cambiar tu enfoque hacia lo positivo. Yo al levantarme lo hago, salgo y agradezco por el día. ¿Sabías que, cuando agradecemos nos resulta difícil quejarnos? Si, cuando enfocamos nuestra atención en lo que tenemos, esa emoción de insatisfacción o descontento se disipa. El agradecimiento es un gran antídoto.
3-La meditación puede ser una herramienta poderosa para calmar tu mente y conectar contigo mismo. Destina tiempo para esta práctica maravillosa.
4-Rodéate de personas positivas. Busca aquellos que te inspiran, te apoyan. Recuerda que cada uno va a donde vibra, así que revisa constantemente con quienes te rodeas porque sos parte de esa vibra.
5-Da pequeños pasos. Y este es de suma importancia, no necesitas hacer grandes cambios de inmediato; comienza con pequeños pasos que te lleven hacia tu propósito. Quizás hoy estas atrapado en un trabajo o situación que no te hace bien o sientes que lo que estás haciendo no te llena por completo, no te motiva del todo. haz un hobby como un “interruptor” de la “realidad” donde estas, que te saque de ahí. Yo por mucho tiempo me dediqué a pasar reiki, a hacer masajes holísticos, a leer tarot solo por el placer de hacerlo, para despuntar el vicio me decía, me ayudó mucho crearme ese refugio.
La confianza plena no es un destino, no es un lugar donde llegar, es un viaje continuo lleno de aprendizajes para la evolución personal.
No todo es color de rosa, vivimos en la materia, va a haber momentos oscuros o inciertos donde pienses ¿qué estoy haciendo? Y sientas que estas tomando elecciones equivocadas.
Todo esto puede pasar y es ahí donde te invito que te atrevas a dar el salto, vuelve a esa conexión con tu fuente interna, donde todas las posibilidades existen.
